Ordenación de diácono de Oskar Areitio, viator asociado

El título tendría que haber sido DIÁCONO simplemente, pero en las estructuras eclesiales el diaconado se convirtió hace tiempo en un paso más hacia el presbiterado. En la Iglesia católica ‘romana’ a los presbíteros se les exige el celibato, y Oskar, casado con Elena Carmona, también viator asociada, no puede acceder al presbiterado; de ahí lo de ‘permanente’.

El diaconado surge con el objetivo de atender a las personas empobrecidas de la comunidad cristiana, pero hoy también abarca otros campos como el ministerio de la palabra:

Por aquellos días, al multiplicarse los discípulos, hubo quejas de los helenistas contra los hebreos, porque sus viudas eran desatendidas en la asistencia cotidiana. Los Doce convocaron la asamblea de los discípulos y dijeron: «No está bien que abandonemos la palabra de Dios por servir a las mesas.  Por tanto, hermanos, buscad de entre vosotros a siete hombres de buena fama, llenos de Espíritu y de saber, para ponerlos al frente de esa tarea; mientras que nosotros nos dedicaremos a la oración y al ministerio de la palabra.» La propuesta pareció bien a toda la asamblea, y eligieron a Esteban, hombre lleno de fe y de Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Pármenas y a Nicolás, prosélito antioqueno. Los presentaron a los apóstoles y, después de hacer oración, les impusieron las manos. (Hch 6, 1-6)

Oskar, desde estas páginas, te deseamos que, fiel a la llamada del Señor y de la comunidad, sigas al servicio de la toda la comunidad cristiana y a las y los empobrecidos de nuestra sociedad.

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