Alba Luz Mejía, viator asociada
Un año al frente del centro de salud público de Los Olanchitos en tiempos de Pandemia
Comparto mi experiencia como responsable en este Centro de Salud de la Comunidad de Los Olanchitos, Jutiapa, Atlántida. A dicho Centro de Salud acuden alrededor de 10 comunidades pertenecientes al municipio de Jutiapa y también algunas comunidades del municipio de Balfate, Colón. En este tiempo de adversidad nunca me ha faltado la infinita misericordia de Dios, brindándome su protección, así que, quiero empezar agradeciéndole a Él por eso.
En las distintas comunidades que me toca atender no se han registrado muchos casos de la infección COVID 19. Considero que se ha debido a que nuestras comunidades están más alejadas del sector urbano y que hay distancias considerables entre una vivienda y otra. Nuestros habitantes se han limitado a salir hacia la ciudad únicamente cuando es necesario y han seguido las medidas de bioseguridad establecidas. Como parte del Centro de Salud, se han brindado diferentes charlas de educación respecto al COVID 19, para que las personas estén alertas y conozcan las diferentes maneras de transmisión, sus síntomas y cómo evitar el contagio. A mediados del 2020, en los meses de agosto y septiembre, se realizó una jornada de pruebas de COVID 19, resultando algunos casos positivos. Sabemos que el COVID 19 afecta a diferentes personas y de diferentes formas. Afortunadamente los casos que dieron positivos fueron con los síntomas menos agresivos, las personas afectadas fueron muy responsables, guardando su cuarentena y tomando todas las medidas a de bioseguridad necesarias.
Un hecho que ha sido de mucha ayuda para los habitantes de nuestras comunidades ha sido la preparación de diferentes tés con plantas, vegetales y también miel, que ayudan a fortalecer nuestro sistema inmunológico, recomendados por guardianas de salud formadas en el Centro Naturista de Siloe. Nuestra población ha depositado la fe en estos tés sirviendo de apoyo. También yo, desde que empezó la pandemia me he preparado estos tés, y los he bebido regularmente hasta el día de hoy.
A pesar de que día a día estoy frente a pacientes, no me he contagiado con el virus. Seguimos confiando en nuestro Dios, sabemos que estamos en sus manos llenas de amor que nos protege. La pandemia sigue y no tenemos una idea clara de cuándo pueda terminar. Ya hay vacunas contra el COVID 19 que se están aplicando en diferentes países, pero tristemente en nuestro país no han llegado ni siquiera para el personal de salud que es el sector que más se ha visto afectado, ya que es el que tiene que atender a todos los pacientes con el virus. En medio de los malos días, seguimos con el corazón dispuesto a seguir sirviendo a nuestra población, pidiéndole a Dios cada día por la salud requerida y que siga siendo Él nuestro manto protector.