
Presentamos, después de cuatro años consecutivos elaborando este material, estos esquemas de oración familiar que recogen los tres ciclos litúrgicos, con la esperanza de acompañar a las familias que han decidido orar juntas, al menos una vez a la semana, con el Evangelio dominical. No es fácil y requiere mucha perseverancia y esfuerzo confiando que los beneficios para la familia son abundantes. Este ha sido y es el empeño de Pastoral Familiar de la Parroquia de Jutiapa.
Todos hemos escuchado muchas veces en la Iglesia “familia que ora unida permanece unida”. Pero podemos añadir más. Familia que ora unida fortalece su fe, mejora sus relaciones, aumenta el amor entre todos sus miembros, se hace más acogedora y sensible, se involucra más en la Iglesia, se compromete más por el Reino de Dios y su justicia, afronta con mayor fortaleza las dificultades de la vida, etc…
Los frutos dependerán de nuestra voluntad, de la perseverancia, de la preparación esmerada de cada momento de oración familiar… Dios quiere ser parte activa de nuestra familia “Mira que estoy a la puerta llamando. Si uno escucha mi llamada y abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo” (Ap 3,20)
Durante estos años pasados he escuchado a muchas familias su testimonio emocionado sobre el ejercicio de la oración familiar. Una madre decía que se sentía feliz al ver a su familia orando y que no recordaba haber cantado en su casa nunca con toda la familia. Otra comentaba lo interesadas que veía a sus niñas pequeñas y se admiraba de cómo unas niñas de 5 y 6 años son capaces de participar y orar en la familia. En otro caso me contaban que los más pequeños de la casa, de entre 5 y 8 años eran los más interesados y los primeros en prepararse para la oración familiar. Damos gracias a Dios por estos casos y muchos más y le pedimos a Dios que muchas familias más se unan a esta práctica cada vez más recomendada por la Iglesia.
El Papa Francisco el 27 de octubre del 2013 les decía a las familias reunidas en Roma para el encuentro de familias, en el marco del Año de la fe: “quisiera preguntarles a ustedes, queridas familias: ¿rezan alguna vez en familia? Algunos sí, lo sé. Pero muchos me dicen: Pero, en familia, ¿cómo se hace?… Rezar juntos el “Padrenuestro” alrededor de la mesa no es algo extraordinario: es fácil. Y rezar juntos el Rosario, en familia, es muy bello, da mucha fuerza. Y rezar también el uno por el otro: el marido por la esposa, la esposa por el marido, los dos por los hijos, los hijos por los padres, por los abuelos… Rezar el uno por el otro. Esto es rezar en familia, y esto hace fuerte la familia: la oración”. El Papa Francisco es una inspiración permanente en este camino. “La oración en familia es un medio privilegiado para expresar y fortalecer esta fe pascual. Se pueden encontrar unos minutos cada día para estar unidos ante el Señor vivo…, ese momento de oración puede hacer muchísimo bien a la familia…” (AL 318).
Agradezco infinitamente la colaboración de Aura Ardón, paciente buscadora de dibujos e ilustraciones de los textos bíblicos en internet, que mejoran mucho la calidad del folleto y le dan un aire catequético pensando en toda la familia. Igualmente agradezco al P. Manuel Lacruz por su inagotable tarea de corrección de todo texto que caiga en sus manos, incluido este. Y no me olvido de muchas familias que en estos años han adquirido el hábito de oración en familia semanalmente y son inspiración y motivación para seguir con el esfuerzo creativo de elaborar estos esquemas.