Francisco instó a los organismos públicos y a las empresas a ayudar al desarrollo de las familias y a protegerlas frente a algunos peligros de la vida moderna.
“Recemos para que las grandes opciones económicas y políticas protejan a la familia como el tesoro de la humanidad”, sostuvo el Papa. “El ritmo de vida actual, el estrés, la presión del trabajo, y también la poca atención de las instituciones, puede poner a las familias en peligro”, agregó.