Francisco, a los nuevos sacerdotes
Den a todos esa Palabra de Dios, que ustedes mismos han recibido con alegría. Lean y mediten asiduamente la palabra del Señor para creer lo que han leído, enseñen lo que han aprendido de la fe, vivir lo que han enseñado.
No rechacen nunca el bautismo a quien lo pide.
Ustedes estarán para perdonar, no para condenar.
Tengan siempre delante de los ojos el ejemplo del Buen Pastor, que no ha venido para ser servido, sino para servir, no para quedarse en sus comodidades sino para salir y buscar y salvar lo que estaba perdido.