
Tras muchos años, treinta y tres, años de servicio a la Congregación de los Clérigos de San Viator y a la Comunidad Viatoriana, Joseantonio se nos ‘jubila’ (¿qué es eso?). Fue mi ‘padre espiritual’ cuando eran un adolescente, allí en nuestro convento de Eskoriatza, y al poco voló a Roma.
Eskerrik asko por todo tu trabajo, tu espíritu, y que continúe ‘la vida’, la que disfrutas y nos haces disfrutar; que la chamba no termina y queda mucho por construir, el Reino.
«Conocí a José Antonio Lezama hace ya algunos años en Roma, primero en un viaje con mis padres y después cuando estuve viviendo allí un año. Para mí fue como un padre y la comunidad viatoriana en Roma como una familia. Nunca podré estar lo suficientemente agradecida por todo el cariño que me trasmitió y lo bien que me trató.
Desde luego, el Padre Lezama es un ejemplo a seguir por su dedicación, determinación, entrega y vitalidad. Además, de un guía de excepción de la cuidad eterna. Un paseo con él por Roma -y yo tuve la suerte de disfrutar varios- era todo un regalo. Consiguió transmitirme lo que él explica en su carta, que Roma no se abandona nunca.
Desde aquí le transmito que disfrute de su “jubilación” y todos mis mejores deseos. Espero volver a cruzarme con él de nuevo. ¡Gracias por todo!»
Maite Merino
Sí, señor, un buen tío, optimista, crítico positivo, echado “palante”, de los que te dejan buen recuerdo, con buen talante, asequible, campechano, ameno y para ser bajito tiene no obstante una gran altura humana y moral. Tengo un grato recuerdo de él los pocos días que le pude conocer estando en Valladolid, allá por años 1964-65 (Noviciado-Valladolid).
Joaquín González de Bedoya
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Conocí a José Antonio Lezama hace ya algunos años en Roma, primero en un viaje con mis padres y después cuando estuve viviendo allí un año. Para mí fue como un padre y la comunidad viatoriana en Roma como una familia. Nunca podré estar lo suficientemente agradecida por todo el cariño que me trasmitió y lo bien que me trató.
Desde luego, el Padre Lezama es un ejemplo a seguir por su dedicación, determinación, entrega y vitalidad. Además, de un guía de excepción de la cuidad eterna. Un paseo con él por Roma -y yo tuve la suerte de disfrutar varios- era todo un regalo. Consiguió transmitirme lo que él explica en su carta, que Roma no se abandona nunca.
Desde aquí le transmito que disfrute de su «jubilación» y todos mis mejores deseos. Espero volver a cruzarme con él de nuevo. ¡Gracias por todo!
Maite Merino
Sí, señor, un buen tío, optimista, crítico positivo, echado «palante», de los que te dejan buen recuerdo, con buen talante, asequible, campechano, ameno y para ser bajito tiene no obstante una gran altura humana y moral. Tengo un grato recuerdo de él los pocos días que le pude conocer estando en Valladolid, allá por años 1964-65(Noviciado-Valladolid).
Por casualidad despues de casi tres años he visto este «homenaje» aL P. Lezama.
Que gran recuerdo tengo de él, de hace ya 45 desde 1971 a 1973) años allá en Escoriaza. Le envió un abrazo muy fuerte.