“¡VAMOS A BELÉN!”
Hoy, está limitado y enrarecido el acceso al lugar del nacimiento de Jesús, a Belén. El pueblo donde apareció “una luz grande”, donde aterrizó la Estrella de Paz, está convertido en “oscuro país de persecución”. Los cristianos están abandonando Tierra santa. Yo, sin embargo, en estas fechas tan señaladas, os digo de todo corazón: “¡VAMOS A BELÉN!”
“¡Vamos a Belén!” Para que nos traspasen los milagros que allí presenciamos. Amor inmenso de un Dios que quiere acercarnos a Él, que quiere divinizarnos. Y se le ocurre la locura de abajarse, de hacerse criatura, de llenarse de debilidad, de recostarse en un pesebre. Se mete de tal manera en nuestra vida que decimos: ”Nos ha nacido un Niño”. En euskera, “jaio zaigu”, siento como que, con ese “gu”, se mete más en nosotros, como que quedamos preñados, embarazados de Dios. ENMANUEL = DIOS CON (EN) NOSOTROS. Esa es la solidaridad de Dios con la humanidad. Apuesta por mí, por ti. No es una broma. Pone en la apuesta lo que más quiere y ama: su Hijo. Este Hijo es Ser enclenque en el pesebre, y es Ser sin figura de hombre en el árbol de la Cruz.
En las oraciones de los días navideños se repetirá la maravilla de la Encarnación: hacerse humano para hacernos divinos. Esta solidaridad de Dios es la constante en la Historia de la Salvación. Y me brotan los nombres de Abraham, Moisés, Elías… Este misterio-maravilla de la Encarnación nos atenaza en compromiso por los que son como nosotros: humanos y divinos. Hermanos por abajo, por arriba, por todos los costados. VerLE, abrazarLE, defenderLE en toda criatura. Esta solidaridad me hace a mí más fuerte, me arraiga. Y mis raíces están en Dios.
Ayer, con el Grupo de Liturgia y Coros de la Parroquia, veíamos la película “El Nacimiento” (todavía la veré dos veces más, con otros grupos). Además de la firmeza y aceptación de María, me emociona la fidelidad-solidaridad de José. Se comprometió a fondo con una joven sospechosa Se llevó el desprecio de la gente de Nazareth. Se le ve solícito con María en el viaje a Belén; asiste al parto duro de la primeriza, abraza emocionado aquel trocito de carne que brotó de su mujer. En escena tierna, con el Niño que llora, María dice “gracias a mi Dios”, y continúa “gracias a ti José”.
Parientes, amigos y amigas: cómo me gustaría estar más cerca de cada uno de vosotros y vosotras en estas fiestas entrañables. En muchas ocasiones, he sentido vuestra solidaridad, en la amistad brindada, en la disponibilidad. Mucho de lo que he vivido y vivo es gracias a vosotros y vosotras. De ninguna manera me siento náufrago ni huérfano. Y en Navidad, brota más palpable el reconocimiento y agradecimiento.
Celebro mi 13 Navidad en Perú. Ha sido un gran regalo. Vivo cuadros realistas de familias y niños pobres, sí, pero gente más navideña en su sencillez, su alegrarse con poco, su vivir sin añorar. Veo mucha diferencia, rostros más curtidos y sufridos, ropa muy usada, entre los que vienen de los pueblitos cercanos y los que ya están instalados; incluso entre los de la periferia de la ciudad y los del centro. Desde este escenario os recuerdo, repasaré vuestros nombres en mi oración. Que vivamos una NAVIDAD vivificadora de solidaridad. Los que vivís en nación de crisis recibiréis muchas llamadas y no tendréis duda a la hora de colaborar. Sed magnánimos, y el termómetro de la alegría subirá según el calor de vuestra generosidad.
Entresacando del diario
+ Ya hicieron el sorteo para los partidos del “Mundial 2014” de Brasil. El 18 de mayo se lanzará la campaña de “Juega a favor de la vida”. En esos eventos se juega con balón, sí, pero también se juega con las vidas y cuerpos de mujeres y de niños.
+ Todavía no le he sacado foto a Pedro. Tiene 92 años. Se apoya en dos rústicos bastones. Estos le ayudan a caminar y a aguantan la curvatura de su espalda. Sus pasos no avanzan más de diez centímetros. Camina a menudo hacia su chacra que está más arriba que el colegio. Siempre le hablo y me contesta. “Señor Pedro, ya ha trabajado bastante en su vida”. “Padrecito, el hombre deja de trabajar cuando se muere”.
+ Otra viejita de 95 años. “Padrecito, ya no camino, no veo, no oigo… Que me lleve ya Diosito. Y usted póngame en mi sitio” (en el cementerio).
+ También con 95 años, murió Nelson Mandela. El reconocimiento y tributo mundial a su vida ha sido impresionante. Emocionante la despedida de los africanos: dolor y alegría, llanto y danzas. Pueblo asombrosamente vital. Un presidiario con 27 años de encarcelamiento llega a ser Presidente. Nada de represalias ni ostracismos: los contrarios no son enemigos, llegan a ser colaboradores. Esa palabra de la cultura de aquel pueblo, “ubuntu”, que quiere decir: “yo soy a través de ti”. Así afirma Madiba: “Todos estamos interconectados y somos parte de algo más grande”. Y pudimos ver la interconexión en el saludo que Barack Obama hizo a Raúl Castro. (Algún comentarista dijo: “Mandela hace milagros también después de muerto”).
+ Un obispo chino de 45 años, Mons. Thadeuss Ma Daquin, en prisión domiciliaria por no reconocer a la Iglesia Nacional China, escribió un pésame en la muerte de Mandela. Entresacaba frases del mismo libro de Madiba, “Largo camino a la libertad”. Una de las frases que recojo era esta: “Los opresores y los oprimidos tienen que ser liberados. Aquellos que quitan la libertad a los demás son prisioneros del odio. Se ven aprisionados tras las rejas de los prejuicios y la cerrazón mental”
+ Ya tuvimos las confirmaciones de más de 200 jóvenes. Yo preparé a 21. Les insistí en un eslogan o lema: Yo decía “discípulos” y ellos contestaban “y misioneros”. Tiene que resurgir el compromiso bautismal. Yo creo que repartimos sacramentos con costos muy baratos.
+ Los de Primera Comunión casi llegaron a 300. En dos turnos. Yo celebré con el turno de la mañana. Y recordé mis tiempos de Sestao, con la diferencia de que aquí eran muchos los niños y niñas, pero llegamos a conectar con alto voltaje. El lío se armó con la sesión de fotos… En las primeras “confesiones”, un niño se acusó de hacer daño a otros. Y luego precisa: “he cogido pajaritos de sus nidos”.
+ En una celebración religiosa, se me acercó una niña y me dijo: “¿Por qué nosotras no podemos hacer lo que usted hace?” (vendría de parte de su mamá). No supe darle un porqué justo. Sí le dije: “Quizás un día, sí vas a poder hacer tú esto mismo.” A ver en la Navidad de qué año se cumple este sueño de muchos y, sobre todo, sueño y deseo legítimo de muchas.
+ El barrio Nuevo Oriente celebró con inesperado fervor la novena a la Virgen de Guadalupe. El 12 de diciembre fue la fiesta y los festejos y músicas duraron tres días. La Guadalupana tiene el título de Emperatriz de América. En este Continente, no hay ninguna realeza, (en Canadá pinta algo la de Inglaterra) los mexicanos coronan a una Emperatriz.
+ Y estos días, en mi barrio, Niño Dios, celebramos la novena a este divino Niño. Cada día se hace la oración en una calle. Los vecinos se responsabilizas de los cohetes, de los músicos y de la cena o café que se da a todos. En este barrio, que no es grande, hay personas que pertenecen a otras religiones (con la católica, hay otras cuatro), pues estoy maravillado de la cantidad de gente que acude, más de cien devotos. Y lo raro, los hombres son más de la docena.
+ El papa Francisco nos ha regalado con su primer escrito: la exhortación “Evangelii Gaudium” (la alegría del Evangelio). Él ya había dicho que la revolución de la ternura fue provocada por la Encarnación del Verbo. Pues en el reciente escrito, refiriéndose a la Iglesia dice: «Prefiero una Iglesia herida y manchada por salir a la calle, antes que una Iglesia… preocupada por ser el centro y que termine clausurada en una maraña de obsesiones y procedimientos». Una Iglesia encarnada.
Un último renglón para mi abrazo fuerte, cariñoso y navideño.
Cutervo, 21 de diciembre de 2013