Pedro Laur, csv, el hombre de la esperanza
Te nos has ido de paseo, y te habrás encontrado con ese madre-padre que tanto quisiste. Te nos has ido, pero siempre estarás con nosotros. Acuérdate, en el regazo de nuestro Dios, de todas aquellas personas que tanto quisiste. Brindo, brindamos contigo.
Vuelvo a subir aquello que escribí hace ya un montoncillo de años, ahora que ya has recorrido el camino. No tengas prisa, pero cuando nos encontremos, Ave y yo brindaremos contigo por el Dios de la Vida.
Pedro (Pierre en su pasaporte), francés, más de cuarenta años en el Perú, hombre de esperanza. Esperanza en que ‘otro mundo es posible’, esperanza en que el Dios del Éxodo y el Dios de Jesús de Nazareth (nuestra madre y nuestro padre) harán realidad un mundo nuevo en el que todos seamos hermanas y hermanos.
Pedro, cura obrero, hombre de lucha, hombre de acción; hombre de vanguardia revolucionaria, hombre de sindicatos, de cooperativas…; pero hombre de esperanza, hombre de Dios: con él será posible (aunque se hayan caído las utopías socialistas).
Pedro es uno de mis dos viejitos. Pedro es viator religioso, presbítero, austero en extremo, luchador. Hombre que se nos ‘escapó’ a la Octava Zona de Collique, porque él había venido al Perú a trabajar por los pobres y él quería morir entre los pobres.
Pero ya sabes, Pedro: ‘cuando seas viejo te llevarán hasta donde no quieras’. Tuviste que dejar el Perú (¿será verdad?) y volviste a tu país; aunque sé que vuelas cada noche a esa tierra querida, a esa tierra en la que dejaste media vida y media lucha, a esa tierra en la que te aprecian (aunque te costaba dejarte querer, pero solo de boca) y te recuerdan. Pero la utopía está ahí, esperanza en nuestro Dios, y todavía nos queda camino por recorrer. Un beso.
sanviator 
Mis sentidos pésames hermanos y hermanas Viatores, estoy seguro que Pedro nos seguirá dando luces de esperanza desde la casa de nuestro Dios de la Vida.
San Viator-Yungay-Perú
¡Agradecemos y horramos tu memoria viejito!
A ti que te hiciste obrero para vivir más cerca la realidad de la gente trabajadora.
A ti que encontraste a Cristo en los obreros explotados, en los vecinos de las barriadas marginadas, en los pobres que luchan por una vida digna, en los campesinos olvidados de nuestra tierra.
A ti que encontraste en tu pueblo las raíces motivadoras de su vida.
A ti Pedro Laur qué hiciste de la vida de Jesús la tuya misma,
A ti enamorado del Evangelio que incesante predicabas entre bromas y sacudones y con tu basta sabiduría a aquellos que le escuchaban con el corazón-
A ti Pedro Laur por ser amigo sencillo, un padre tierno, compañero de camino.
A ti que miraste con ternura nuestras heridas y apostaste por nosotros para vernos de pie.
A Ti que valorabas el trabajo del laico haciéndolo sentir pieza fundamental en la construcción del reino.
A tí que no reparaste ni te dejaste encasillar por estructuras pobres de fe.
A ti a quien señalaron muchos de extravagante y liberal y muchos otros calificativos de los cuales también fue señalado Jesús, siendo tu vida un testimonio impecable de la presencia de un Dios cercano y real
A ti que, con tu sonrisa sin alardes de sentirte dueño de verdades, ni imposiciones nos acercabas más a Dios.
Honramos tu memoria Pedro LAUR, hombre con una increíble disciplina basada en el compromiso y la contemplación de lo cotidiano, allí nos mostrabas que se escondía Dios
A ti que, sentado en una choza en la octava zona de Collique frente al santísimo sostenido en palos de bambús, nos dabas lecciones silenciosas de oración.
A ti que nos enseñaste a vivir una fe basada en un amor gratuito y no en una religión de favores o recompensas.
A ti que nos que nos inspiras a seguir en medio de una iglesia doliente y por reparar.
A ti Pedro Laur que nos enseñaste a vivir la Eucaristía más allá de las paredes en un templo o de sólo sentarnos a contemplarla, Sino que el pan es para compartir.
Honramos tu memoria, a ti que preparabas tus homilías con profunda reflexión, aterrizadas a la vida poniendo al pueblo en sintonía con su Dios.
A ti que hiciste de la opción por los pobres una realidad en tu existir pues no te conformabas con echar discursos bonitos que disfracen enaltezca
A ti que no nos dejabas llamarte padre para romper con jerarquías alejadas que nos ponen a uno sobre otros.
A ti que hiciste de los valores del reino los tuyos mismos no para creerse un santo sino para caminar hacia la santidad, aunque santo ya eras.
Honramos tu memoria Pedro Laur, tú qué hiciste de tu pueblo tu maestro, porque es en tu pueblo donde te alcanzó el espíritu.
Gracias por 10 años juntos en las alturas de la 8va de Collique, por entregarnos contigo a la misión, por nuestras tardes, lonches, conversas interminables, nuestras risas, luchas, por todo lo que no has enseñado para vivir contemplando a Dios en nuestro pueblo.
Gracias querido viejito, por tanto, tu vida se hace ahora eterna y grita en cada una de nosotras y tuvimos el milagro de tenerte en nuestra vida.
Hasta la eternidad viejito, tus hijas Yanina y Liz.
Precioso, Yanina y Liz. Que el ejemplo del Viejo Pedro os siga, nos siga acompañando. Seguro que nos sigue mirando y acompañando en nuestro caminar.