PEPE: VIATOR-EDUCADOR
Me está costando creerlo: que Pepe se ha muerto. Con esa noticia tremenda comenzábamos en comunidad la misa de la mañana del 14 de julio. La noche anterior su corazón le derrumbó en su habitación del Colegio San Viator de Madrid. Salían de los rezos de la tarde e iban a cenar. Los hermanos que estaban en casa no pudieron hacer nada. Sólo espantarse: ¡no puede ser!

Pepe Domaica csv
José Domaica, siempre “Pepe”. Un torreón de fortaleza. Una montaña de bondad y sencillez. Navarro y algo brutico, si te descuidabas.
Estaba entre los primeros alumnos que yo tuve en el Seminario de Sopuerta, en septiembre de 1957. Seguiría con él otros tres años de juniorado y uno de escolasticado. Más tarde, los dos estábamos en la plantilla de profesores, en el Seminario de Valladolid.
Siempre a vueltas con su dificultad en la lectura. Y vemos que la dificultad estaba en su vista.
Durante estos días me está dando vueltas el Cántico de María, el Magnificat. Y más vueltas me da después de saber el hueco que deja entre tantos amigos de Madrid; después de leer artículos que han escrito, mensajes que se han cruzado. ¡Qué rostros doloridos e incrédulos los que vinieron al funeral de Vitoria!
“Porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso me llamarán bienaventurada”. “Maravillas ha hecho en mí el Poderoso”. “Exaltó a los humildes”. Esa era la melodía de la Virgen y yo la aplico a Pepe y su vida.
En la foto descubrimos esa mirada serena, reposada, humilde. Casi estoy seguro: Pepe nunca haría mal a nadie a sabiendas. Nunca. A un amigo común le consolé por teléfono. Él me dijo: “Pepe fue para mí el padre que no he tenido”.
Y también maravilla por la “vocación viatoriana” de Pepe. Vocación de educador. ¡EDUCADOR! En la enseñanza y en el deporte. Siempre recordaré el día que, al abrir la puerta de su habitación, le vi corrigiendo trabajos de sus alumnos sirviéndose ¡de una lupa! Hace unos 40 años. Pero él siguió siendo profesor todo el tiempo que pudo. Preocupado por cada alumno, defensor de sus alumnos, en cercanía y en trato personal.
Los últimos 45 años ha estado destinado al Colegio San Viator de Madrid. Son innumerables los trofeos conseguidos, los deportistas de élite y del montón que han salido formados en su escuela. No estuve en la eucaristía que hubo el 14 de julio en el Tanatorio de San Isidro, pero me han dicho que fue impresionante la cantidad de personas que allí acudieron y los testimonios que se dieron. A mí no me hacen falta esos testimonios para saber qué y cómo era Pepe, pero me alegran como viator. Y qué religiosos esculpe el carisma del P. Querbes, nuestro Fundador.
Una vez oí decir a un superior de mi Congregación, refiriéndose a ciertos religiosos: “Algunos tienen un pelotón en su corazón”. En el funeral de Vitoria, se puso un balón de baloncesto al pie de la foto de Pepe. Yo diría, entre metáfora y realidad, que el catecismo de Pepe fue un balón y todo lo que ese balón puede representar.
Con gran acierto lo ha escrito el antiguo alumno de San Viator de Madrid, Rafael Catalá, hoy Ministro de Justicia, en Marca del 15 de julio: “…razón, humanidad, ética, fe, tolerancia, disciplina, creatividad… Este era el evangelio de Pepe Domaica, el particular libro de estilo de un sabio de la vida, de los sentimientos, de las relaciones humanas y de los patios de colegio…”
En internet, el Presidente del Club Deportivo escribe así: “Pepe, te vas, pero nos dejas mucho y todo bueno: Tú has sido maestro en el mundo del baloncesto, de matemáticas, de valores, pero, sobre todo, has sido maestro de vida. Por eso no podemos decir hoy otra cosa que “gracias” por todo lo que hemos aprendido de ti”.
Personalmente, también tengo la alegría de haberle metido en la reflexoterapia, en 1997. Yo me dije: “si le falla del todo la vista, esto le puede servir”. Un masaje se puede dar con los ojos cerrados. Es una gozosa realidad todo el bien que ha hecho Pepe con sus masajes contundentes. Y siempre disponible. Nunca se cansaba.
Pepe, ahora que no puedo recuperarte en vida, siento la alegría de haber sido tu profesor y, sobre todo, tu amigo y tu hermano en esta familia viatoriana.
“Por quién doblan las campanas”
Recordando el título de Ernest Hemingway, Comunidades de Sevilla pidieron al Obispado que, un día y a la misma hora, repicasen las campanas de toda la ciudad en memoria de las más de 1.000 víctimas enterradas en aguas mediterráneas, en los cinco primeros meses de este año 2016. No lo vieron oportuno las autoridades diocesanas…
Qué bien nos harían esos toques recordatorios. Que se nos olvidan pronto muchos sucesos de los que hoy nos podemos enterar gracias a los medios de comunicación.
Campanas a rebato por el atentado en el aeropuerto Atatürk de Turquía, Campanas horrorizadas por lo que descuartizó el camión loco de Niza. Campanas prudentes por el Golpe de Estado, otra véz en Turquía. Campanas preocupadas por lo que puede venir detrás de este Golpe. Parece que el Presidente Erdogán quiere establecer la pena de muerte…Campanas silenciadas por la guerra en el Sur de Sudán.
También me han sonado campanas de fracaso con el triunfo del “Brexit” en el Reino Unido. ¿Serán campanas que anuncian cerrazón, inso-lidaridad?
¿Serán campanas que lloran una Europa que se desintegra?
Repicar de campanas de Pascua:
Sí, también las ha habido.
Campanas desde Chile: al Padre José (Pepe) Aldunate, jesuita, a sus 99 años, le conceden el Premio Nacional de Derechos Humanos. La misma Presidenta Michelle Bachelet le entrega este reconocimiento. Y hoy mismo suenan las campanas de otro jesuita, Jaime Garralda, con 92 años: le entregan el Premio Estatal al Voluntariado Social 2016. Y más campanas: al P. Ángel, fundador de la Asociación Mensajeros de la Paz, le quieren proponer para el Premio Nóbel. Los tres llevan el sello de estar y trabajar con los pobres… Y cuántas más campanas de personas que en el silencio y el anonimato están dando todo al servicio de los necesitados.
Quiero campanas alegres y agradecidas por esa paz que se está alcanzando en Colombia después de 50 años de guerra. Faltan muchos cabos por atar: devolución de armas, inserción de guerrilleros en la vida civil, reparación de daños causados… Muchas campanas que anuncien euténtico perdón.
Campanas de gloria tocaban en Armenia con la visita del papa Francisco. Antes que Constantino en Roma, allí, desde el año 301, se vive en cristiandad. Y Francisco hizo sonar campanas de hermandad al pedir al “papa” armenio, Karekin II, la bendición para él y para la Iglesia católica.
Y hoy mismo viene la noticia: el estado Español es líder indiscutible en donación de órganos. En concreto: para 2017 se había propuesto como meta alcanzar los 200.000 donantes de médula ósea. En estos seis primeros meses llegan a 230.000 los donantes. Que nos frotemos esperanza sabiendo y agradeciendo estas realidades.
Y ¿en mi campanario?
Pues suena de todo.
+ Durante este año estoy siendo más sensible a los acontecimientos internacionales y busco esas páginas en el periódico diario.
+ Muy fuerte ha sido lo que comento en la primera parte de la carta: dolor y agradecimiento
+ En el Hospital de Basurto se encoge y se ensancha muchas veces el corazón. Soledad y abandono; unidad y amor familiares; agradecimiento a Dios, a la vida y a los acompañantes; dedicación de los profesionales y servicios rutinarios. Lo que siempre agradece el enfermo es que te acerques, le toques y le hables.

Juventud Vasca Cooperante – SERSO San Viator – Cutervo
+ El 5 de este mes, en el aeropuerto de Loiu, sonaron campanas juveniles y generosas. A través de nuestra ONG SERSO San Viator, el Gobierno Vasco (Eusko Jaurlaritza) ha concedido beca a 30 voluntarios que van a nuestros puestos de misión en América. Yo localicé a los 5 jóvenes que van al Colegio de Cutervo: cuatro chicas y un chico: Ander, de Getxo; Erika, de Ortuella; Maialen, de Irún; Leire, de Hernani; Igone, de Basauri. Ya están abrigados y viviendo en la Sierra.
+ En librito “Mendigos de amor”, sobre niños de Manilas, se dice que a los niños de la calle no les mueve tanto que les ofrezcas techo, comida… Sí se ponen rápido a tu lado si les dices: ¿Quieres ser mi amigo?
Días de mucho calor. Que durante este verano se caliente también nuestro corazón acercándonos a quienes viven más al frío.