¿Cómo la tecnología ha afectado la vida comunitaria?
En un mundo en el que experimentamos cambios rápidos, sobre todo debido a la influencia de la tecnología (con nuestros teléfonos inteligentes en la mano, computadores en nuestras habitaciones, etc.) ¿cómo se vive la vida comunitaria de hoy y cómo ha cambiado la forma de vivir la vida de la comunidad?
La vida comunitaria, si se trata de la vida religiosa, la unidad familiar, el lugar de trabajo
o cualquier otro grupo de personas, se ha visto afectada por el Internet, las redes sociales
y los dispositivos móviles inalámbricos, tanto positiva como negativamente.
Hoy podemos comunicarnos de forma local o con todo el mundo en un instante –
conectándonos con personas de diferentes culturas e idiomas. Podemos llegar a los
cofrades, a los compañeros de trabajo, a los amigos, a los familiares e incluso a
desconocidos, cercanos y lejanos, con mensajes de texto, audio, vídeo, fotos y en vivo
cara a cara.
Las noticias de última hora son inmediatas y en directo. El entretenimiento, incluyendo
películas, programas de televisión, música y juegos, la lista es interminable. Las compras en línea, en cualquier tienda es ahora posible, y es muy conveniente. La información está disponible 24/7. Todo esto es de “fácil acceso”, y aunque es positivo en muchos aspectos, puede cambiar los hábitos cotidianos en nuestras vidas de una manera más negativa de lo que podríamos pensar.
Las personas, adultos y niños por igual, están gastando una cantidad enorme de tiempo utilizando sus teléfonos inteligentes, tabletas y computadoras. Están mirando una pantalla al caminar y al conducir. Ellos están constantemente siendo interrumpidos y se distraen con los mensajes entrantes y sonidos de los mensajes que reciben. No pueden salir de la casa sin su dispositivo móvil, e incluso pueden dormir con ellos. De una manera desmedida, esto suena como una conducta adictiva que se define como un comportamiento que es a la vez gratificante y que refuerza comportamientos, y que se convierte en el principal foco de la vida de una persona, resultando en un retroceso físico, mental y/o social de su día normal o sus obligaciones diarias.
Cada individuo es responsable de su comportamiento, así que no permita que una adicción
a la tecnología le suceda a usted. Recuerde que la persona o personas con las que usted
comparte su vida deben ser respetuosos con su presencia. Utilice siempre una buena
etiqueta en cuanto al uso de los dispositivos móviles en público. Socialice en persona, ya
que los seres humanos necesitan la interacción personal y el contacto con otros seres
humanos.
Sobre todo, y especialmente, recuerde a las generaciones anteriores. Sea consciente de
que ellos pueden quedarse fuera del circuito de lo que está pasando porque ellos no
utilizan en absoluto la tecnología. Las generaciones más jóvenes están acostumbradas y
esperan que la gratificación sea instantánea. Recuerde que debe ser paciente con aquellos
que utilizan menos la tecnología. Siempre habrá una brecha generacional, ya que la
tecnología cambia muy rápidamente.
Además, recuerde apreciar el mundo que le rodea, mirar la naturaleza, centrarse en el
presente y tomar tiempo fuera de la pantalla para esos momentos de oración, de
meditación, y exámenes de conciencia creativos que necesitamos desesperadamente
para estar con nuestro Señor.
Como comunidad, si nos limitamos a usar el sentido común y la cortesía, podremos utilizar la tecnología con sus mejores ventajas.