La Violencia de Género
No es preciso ir a Oriente para toparse con la explotación (aunque conviene siempre ir a Oriente): en demasiadas casas de nuestras ciudades, quizá en nuestro mismo edificio, habitan mujeres «con mucha pena». Y no es solo el lóbrego encierro de desprecio y violencia: pena también por lo que pudo ser pero no fue. Todas ellas creyeron un día en la miel de la luna, en una caricia sin garras, en un vestido blanco sin manchas de sangre. Con esta canción queremos que nuestras niñas fabriquen, desde pequeñas, armas con que defender su dignidad y recursos para escapar de la prisión. Y que nuestros muchachos aprendan a despreciarse cuando hacen el más pequeño rasguño a un cristal. Nadie es un trasto para usar. Nadie debe ser nunca encerrado en el cuarto de los trastos.
«Con la música a otra parte»
Canción: ‘Princesa de cristal’ – Amparo Navarro Salvador